Bomberos, amigos y por supuesto sus familiares más cercanos, despidieron ayer a Mario Aravena Álvarez (24), el joven voluntario de la 3° Compañía de Bomberos que falleció producto de un cáncer tras una larga lucha contra la enfermedad.
Sirenas en su honor y un cortejo fúnebre especialmente preparado por quienes lo habían acompañado en su pasión bomberil, se dieron paso en las calles de Temuco hasta llegar a la Catedral, lugar en que se realizó el oficio religioso a las 20:00 horas.
Un emotivo momento se vivió cuando se hizo entrega póstuma de su título profesional como agrónomo, carrera que cursó en la Universidad de La Frontera. Fue su propio profesor guía el encargado de entregárselo a sus atribulados padres, quienes agradecieron el gesto.
Luego de la ceremonia religiosa el cortejo emprendió el rumbo hacia el cementerio Parque del Sendero de Avenida Las Encinas, recibiendo en su paso hacia la última morada los honores frente a los cuarteles que iba dejando atrás.
Sus compañeros de uniforme e ideales lloran la partida de su destacado voluntario, que a los 24 años entregaba en forma entusiasta y ejemplar su trabajo a la comunidad. Actualmente tenía seis años de antigüedad como bombero y otros tantos en su calidad de cadete de su querida Tercera Compañía, señaló Bomberos
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