Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Mayor reunió a especialistas en nutrición y deporte

El comportamiento sedentario, la obesidad y la falta de actividad deportiva, se han convertido en una de las grandes preocupaciones de la sociedad actual. Por este motivo, la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Mayor realizó la Jornada Nutrición & Ejercicio: Desafío Mayor. Actividad en la que se abordaron temáticas como el volumen de los alimentos, tiempos de comida y ejercicio, factores que complican al ser humano y afectan su comportamiento alimentario. Tanto así, que muchas veces se piensa erróneamente que el ejercicio que se practica tiene un gasto energético enorme o que el aporte calórico de determinados alimentos es bajo; lo ocasiona que la poca rigurosidad del orden de las comidas, el fraccionamiento y el espacio entre ellas, provoquen un mal balance energético.

Información más allá de las dietas

Para tener un buen estado de salud, Carlos Jorquera nutricionista y antropometrista, recomienda principalmente: mantener horarios de alimentación adecuada, respetando todas las comidas e incluyendo colaciones de media mañana y media tarde y hacer ejercicio tomando en cuenta el gasto energético que implica la actividad física realizada, porque si una persona trota durante una hora y no aplica intensidad, puede llegar a gastar sólo 100 calorías, por lo que la recomendación es incorporar duración al ejercicio físico para no tener errores de percepción.

Las múltiples ofertas del mercado para bajar de peso, han hecho que los profesionales del área de la salud tengan responsabilidad en la prescripción de dietas, considerando que la alimentación es un proceso educable. Por lo que es importante que los nutricionistas manejen información sobre el gasto energético del ejercicio, para no cometer errores con las dietas recomendadas.

“Hoy la población prioriza entre volumen de alimentos, tiempos de comida y ejercicio y la idea es poder tener un equilibrio sobre los tres. Nosotros como nutricionistas conocemos poco el ejercicio, por lo que es importante que nos eduquemos al respecto y conozcamos sobre su gasto energético, para que podamos contarle a la gente por ejemplo, cuánto gastan cuando van a trotar, viendo la equivalencia entre alimentos versus calorías”, expresó el nutricionista Carlos Jorquera.

Interacción metabólica en el ejercicio y estímulos hormonales

Es claro que una buena alimentación mezclada con ejercicio es la clave perfecta para mantener un estilo de vida saludable. Por ello, Jorge Cancino Profesor de Educación Física y Doctor en Ciencias de la Actividad Física, sostiene que si se interviene sólo desde la nutrición se tiene un 50% de probabilidad de perder peso, por lo que la actividad física es el complemento ideal.

No es correcto que las personas realicen actividad física de forma desmedida, pero es común que lo hagan para cumplir con estándares impuestos por la sociedad, desconociendo el tipo de ejercicio que deben realizar para cumplir con sus objetivos. “El metabolismo energético en el ejercicio está supeditado por la intensidad, es por ello, que si se tiene como objetivo durante la realización de ejercicio aumentar la utilización de las grasas se debe ejercitar a una intensidad más baja, pero si durante el ejercicio el objetivo es aumentar el gasto energético, se debe aumentar la intensidad del ejercicio. Esto no significa que para bajar de peso haya que ejercitarse a baja intensidad, porque por el peso corporal lo que importa es cuánta energía se ha podido gastar a lo largo del día y que ésta, esté en relación con la ingesta calórica”, afirmó Jorge Cancino.

Lo anterior, fue complementado por la Nutricionista Rocío Martínez, quien sostiene que existen estímulos hormonales que benefician el rendimiento deportivo y otros desde el punto de vista clínico a la salud. Es así como para el rendimiento deportivo se ponen en desarrollo una serie de estímulos hormonales para que el cuerpo responda bien al ejercicio, generándose adaptaciones a largo plazo que mejoran la salud, como es el movimiento de depósitos grasos o sustratos energéticos que benefician a largo plazo factores como la sensibilidad a la insulina, disminuyendo la probabilidad de enfermedades crónicas.

“Con respecto al rendimiento desde el punto de vista nutricional es importante que conozcamos que existen varios factores nutricionales que pueden antagonizar la respuesta hormonal y de esta forma perjudicar el rendimiento del deportista, como por ejemplo comer muy cerca de la hora de realización del ejercicio, puede provocar desde molestias gastrointestinales o movilizar en sentido contrario los sustratos energéticos que se requieren para la actividad”, especificó Rocío Martínez.

Es relevante tener en consideración la vinculación de la actividad física con la salud, al momento de realizar la prescripción adecuada de ejercicio para lograr un beneficio. En términos puntuales, un diabético debería hacer ejercicio porque está demostrado que ésto aumenta la captación de glucosa, siendo fundamental que un profesional determine a qué intensidad lo debe hacer y cómo lo debe hacer, puesto que las indicaciones son totalmente distintas dependiendo de las personas y sus patologías.

De acuerdo al kinesiólogo Cristian Contador, existen dos categorías en las personas, los que tienen una patología y los que son aparentemente sanos, por lo que es indicado preguntarles a las personas al momento de consultar qué es lo que quieren que el ejercicio provoque en ellos. Estableciendo diferencias en el caso de las personas con enfermedades prexistentes, “para generar cambios en el cuerpo humano, algo al interior de la célula debe pasar y esos efectos que produce el ejercicio son estímulo-dependientes, se requiere una dosis para que se produzca el cambio, de lo contrario no se va a lograr. Por lo tanto, es importante mostrar cuáles son los antecedentes teóricos que existen, para la optimización del rendimiento del ejercicio en patologías, para así tomar una decisión informa sobre la prescripción con todo ese sustento”, explicó Cristian Contador.