Un centenar de dirigentes mapuches se reunieron en Temuco junto a autoridades de Gobierno, expertos nacionales e internacionales, para decidir su forma de participar activamente en la generación y utilización de las energías limpias.
Protección ambiental, utilización de energías renovables no convencionales, bioconstrucción e innovación agrícola son algunos de los conceptos que las comunidades mapuches de La Araucanía han aprendido a conjugar con su cosmovisión y saberes ancestrales, los que promueven una relación perfecta entre el hombre y la naturaleza que lo rodea, en lengua mapuche denominado "küme mogen" (buen vivir).
Es por ello que CONADI, comunidades mapuches y representantes de la Universidad de los Lagos y el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros expertos nacionales e internacionales, participaron en Temuco del Primer Congreso Mapuche sobre Energías Renovables No Convencionales.
Un aporte país
"Estamos muy orgullosos de apoyar esta iniciativa y es una oportunidad para empezar a trabajar de lleno en las energías renovables no convencionales, porque será un aporte para el país y porque la cosmovisión de los pueblos indígenas está directamente relacionada con la protección del medio ambiente", señaló Luis Loyola González, jefe del Fondo de Desarrollo de CONADI.
"La propuesta del pueblo mapuche es revolucionaria e innovadora al plantear un pueblo indígena no sólo como usuario, sino como productores de energías renovables, lo que puede ser una experiencia para replicarse en otras partes del país e incluso en otros lugares de nuestra América del Sur que tantas comunidades indígenas tiene", indicó Miguel Ángel Caravallo, representante de la Empresa Nacional de Energías Renovables de Ecuador.
Esta actividad fue coordinada por la Federación Regional de Cooperativas Campesinas de la Región de La Araucanía, FEDERCOOP (integrada por la Cooperativa Newenche, Cooperativa Wull Agro, Cooperativa Huichahue, Cooperativa Los Robles, Cooperativa Womoñen, Cooperativa Peñiwen, Cooperativa Moñen, Cooperativa WeLiwen) y financiada por CONADI.
"Ya se están realizando prospecciones de viento con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo para implementar proyectos de parques eólicos, por lo que debemos informarnos acerca de los marcos regulatorios y la forma de participación de las comunidades, donde no sólo recibirán un efecto mitigador, sino que podrán participar como accionistas y recibiendo ingresos de la energía que puedan generar en su territorio y así mejorar su calidad de vida", indicó Jaime Huincahue Melipil, Consejero Nacional de la CONADI.
Una ecuación perfecta
Aquí se contó con la participación de 120 líderes mapuche de las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos y Chiloé, quienes obtuvieron una serie de conclusiones que permitirán solicitar a la autoridad nacional mayor apertura e inclusión de los mapuche en la Generación de Energías Renovables No Convencionales.
"Cuando nos hablan de energías renovables, esos conceptos están en total armonía con nuestra cosmovisión, por eso estamos apoyando estas iniciativas. porque a través de las energías renovables estamos potegiendo lo que más queremos: nuestra madre tierra. Esas son las cosas que nos unen, madre tierra, medio ambiente y pueblos originarios son una ecuación perfecta", puntualizó Adán Carimán, lonco de las comunidades Molulche del Biobío.
Estas comunidades molulche ya han implementado proyectos de energía solar con paneles fotovoltaicos y de ahorro de energía con luces LED (sólo 2 watt de consumo), preparándose ahora para implementar un parque eólico en un futuro proyecto turístico junto al salto del Rehuén, al sur de Mulchén, todo ello con el financiamiento del Fondo de Protección Ambiental financiado por CONADI y el Ministerio de Medio Ambiente. Esto ha permitido que las comunidades disminuyan su consumo de electricidad casi a cero, a través de innovadoras tecnologías amigables con el medio ambiente y su cultura.
Asimismo, se debe destacar que las energías renovables son la opción más limpia en favor del Medio Ambiente, se encuentran en la naturaleza y son ilimitadas, su impacto en el ambiente es menor, no contaminan y siempre se podrá disponer de ellas. Además, gracias a la tecnología actual, es posible aumentar aún más la eficacia de estos recursos. Todo ello las hace especialmente cercanas a la forma de vida y cosmovisión de las comunidades indígenas.
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