Luego que este domingo el “Conejo de Pascua de Resurrección” dejara cientos de huevitos de chocolate en la Gobernación de Cautín, el Gobernador se encargó de entregarlas a los niños y niñas de la Escuela rural Ñirrimapu
A primera hora de la mañana de este lunes, los 150 niños y niñas, alumnos de la Escuela Ñirrimapu, del sector Maquehue de Padre Las Casas tuvieron una inesperada y dulce sorpresa.
Luego que este domingo el “Conejo de Pascua de Resurrección” dejara cientos de huevitos de chocolate en las oficinas de la Gobernación de Cautín, el Gobernador Miguel Mellado llegó hasta el establecimiento rural, para compartir con los alumnos y profesores la alegría de la Pascua de Resurrección y entregar huevitos, zanahorias y conejos de chocolate.
Una visita inesperada, que fue recibida con aplausos y en medio de la ansiedad de los niños, quienes llegan desde distintos sectores rurales aledaños y que, a diario, deben vivir en condiciones de vulnerabilidad. Por eso sus rostros se llenaron de risas y alegría.
El Gobernador Miguel Mellado contó que “esta mañana llegamos a la Escuela Ñirrimapu de Padre las Casas a entregar más de 150 conejitos de Pascua a los niños y niñas. Les hemos traído con amor y cariño esta gran sorpresa a estos pequeños, muchos de los cuales nunca tuvieron la posibilidad de recibir estos huevitos. Por eso hemos querido traer esto de parte de todos los funcionarios de la gobernación, con lo que queremos simbolizar el amor y la resurrección de Cristo”, señaló.
Pero sin duda los más contentos y agradecidos fueron los niños. A nombre de ellos, el director de la Escuela Ñirrimapu, Pablo Rojas, agradeció la iniciativa señalando que “Estamos muy agradecidos, los niños se mostraron muy emocionados por esta gran sorpresa, agradezco al gobernador y a su equipo ya que es segunda vez que nos visita. Para nosotros es muy gratificante recibir estos obsequios para nuestros niños.” Dijo.
Un ejemplo a seguir, para enseñar a los más pequeños a vivir el verdadero sentido de este fin de semana largo, y que permite llevar un momento de alegría a quienes viven día a día en la vulnerabilidad.
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