La semana pasada, diversas autoridades acudieron al lugar para verificar las denuncias hechas por los vecinos del sector.
Luego que la DGA se declarará incompetente para pronunciarse sobre el perjuicio ambiental, el municipio se encuentra trabajando para el resguardo ambiental.
“Yo creo que esta laguna le debe la vida a muchos de los integrantes de mi familia, tíos y primos. De ella, nos alimentábamos a través de sus peces, como salomes y, hasta, coipos. Pero como el nivel de agua ha disminuido, ya no es comestible ninguno y solo sirven para realizar pesca deportiva y hacer uso recreacional, sobre todo en verano”, sostiene Gustavo Panguilef, hijo de la presidenta de la Comunidad Indígena de Menetúe, Sandra Huilipan, quien destaca lo que se vive hoy en la laguna Ancapulli.
A unos 30 kilómetros de la comuna lacustre, hacia la cordillera, está uno de los paisajes de conservación más relevantes y declarado Santuario Natural por la Municipalidad de Pucón. Sin embargo, hoy está amenazado por el descenso de sus caudales, afectando la flora y fauna del lugar.
Los vecinos denuncian que la firma Agrícola y Ganadera San Vicente de Menetúe S.A., cuyo propietario es Carlos Trucco Brito, habilitó un profundo canal que está vaciando las aguas al cauce del río Trancura, reduciendo el nivel del lago en más de dos metros.
Por ello, y teniendo conocimiento del hecho, la Unidad Ambiental Municipal coordinó una reunión la semana pasada para analizar las directrices del problema que afecta el ecosistema, con la presencia de la asesora ambiental del Intendente Regional, autoridades del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), profesionales y vecinos, quienes asistieron a la zona para ver el nivel de la laguna y sus daños.
“Esta reunión nos demuestra el interés por proteger una de las zonas más relevantes de la comuna, donde hoy contamos con el apoyo del Gobierno Regional para analizar e investigar elementos esenciales que nos puedan servir en la defensa de la laguna Ancapulli”, afirma Evelyn Silva, directora de la Unidad Ambiental Municipal.
Efectos del nivel
Los presentes, recorrieron en bote y caminaron por distintos puntos del lugar. “Estamos frente a los desechos de remoción que hizo el propietario, mediante una retroexcavadora, profundizando y ampliando un antiguo canal. Por ejemplo, ahora en pleno invierno, el nivel de la laguna ha bajado dos metros; algo que se ve en el período estival”, indica la bióloga de la Unidad Ambiental Municipal, Lili Romero.
Los vecinos argumentan que el dueño del terreno ha realizado esta maniobra para beneficiarse con el área y así ocuparla para el pastoreo, actividad que realiza en el predio.
“Si fuese así, también hay un costo en el sistema de las lagunas. Cuando la grande se anega o se rebalsa, la chica se alimenta de la otra. Pero al bajar el volumen del agua en la grande, provocará en la otra su extinción”, señala la bióloga Romero.
Gestión Municipal
Luego que la Dirección General de Aguas (DGA) se declarará incompetente para pronunciarse sobre el prejuicio ambiental –en una resolución emitida el pasado 9 de julio–, remitió los antecedentes al Juzgado de Letras de Pucón para cursar una multa a la empresa por infringir el artículo 32 del Código de Aguas, que dice relación con la realización de obras en el estero Relfún sin contar con autorización municipal, por cuanto éste sí tiene el carácter de bien nacional de uso público, por tratarse de un cauce natural.
En esa línea, la gestión del Municipio de Pucón es vital para el futuro de la laguna Ancapulli, quiénes actualmente trabajan para defender la zona. “Vendrán más salidas a terreno, con la diferencia que llevaremos a más especialistas para que nos den su mirada técnica-profesional del lugar y así evitemos su desaparición”, dice la directora de la Unidad Ambiental Municipal, Evelyn Silva.
Asimismo, vecinos y Comunidades Indígenas también trabajan con la autoridad comunal con el fin de resguardar, uno de los lugares íconos de la zona lacustre.
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