La directora regional del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG), Bárbara Eytel Pastor, aclaró que sólo un aspecto del proyecto de despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en 3 causales será revisado en una comisión mixta. Por lo tanto, esto no significa ni la paralización del proyecto y menos un retroceso o cuestionamiento a las tres causales.
“Nos hubiese gustado haber despachado ayer el proyecto de la interrupción voluntaria del embarazo por tres causales―sostuvo la directora―, pero eso parte del proceso que tiene la discusión de una ley. Lo importante es que acá ha habido un apoyo mayoritario a las 3 causales que son la inviabilidad fetal, el riesgo de vida de la madre, y el embarazo por violación”.
La directora subrayó que en la comisión mixta sólo se revisarán dos incisos relativos a las competencias y atribuciones de los Tribunales de Justicia en casos de menores de 14 años, que no cambian, en lo sustantivo, el contenido de la ley.
Asimismo, destacó que la aprobación del proyecto significa un hecho histórico para las mujeres de Chile, en tanto se les reconoce el derecho a decidir sobre su cuerpo, en particular en situaciones tan complejas como las que involucran las tres causales. De este modo, las mujeres podrán decidir si siguen o no con su embarazo ya sea por inviabilidad fetal, por violación o por riesgo de vida. Lo relevante es que la mujer que opte por no seguirlo no sea penalizada. La directora señaló, además, que tanto para aquellas que deseen o no continuar con el embarazo habrá un programa de acompañamiento para que estén tranquilas con su situación.
Eytel Pastor concluyó valorando el apoyo de los y las congresistas para con esta ley: “Quisiera destacar el apoyo mayoritario que ha tenido este proyecto en el Congreso. Mayoritariamente en ambas Cámaras, los parlamentarios y las parlamentarias de Chile han decido que las mujeres, las niñas y las jóvenes sí podemos optar a una interrupción voluntaria del embarazo si es que hemos tenido una violación, un embarazo fetal letal, o si estamos con nuestra vida en riesgo. Quisiera, en ese sentido, dar un profundo agradecimiento a cada parlamentario y parlamentaria que han hecho posible, después de más de dos años de debate, llegar a esta definición, que restituye un derecho que teníamos hasta el año 89, y que beneficia la autonomía física de las mujeres, jóvenes y niñas de Chile”.
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