El próximo cambio de horario ocurrirá en el contexto de apertura de muchas comunas, después de meses en confinamiento.
El sábado 4 de septiembre cuando los relojes indiquen las 23:59 pm deberán adelantarse en una hora en Chile Continental e Insular (a excepción de la Región de Magallanes, donde no se cambia la hora, porque allí rige horario único), para iniciar el horario de verano del año 2021. Esto quiere decir que cuando sean las 24 horas, serán las 01:00 am del día siguiente.
El próximo sábado 4 de septiembre a las 23:29 pm habrá que adelantar los relojes en una hora. El horario de verano permite que anochezca más tarde y el día se haga más largo. Esto podría generar en un comienzo, alteraciones en el sueño, alimentación, irritabilidad o cansancio en los niños y niñas. Sin embargo, el servicio de Fonoinfancia de Fundación Integra invita a la calma, y entrega valiosos consejos.
Alicia Varela Hidalgo, psicóloga y jefa del Departamento de Promoción y Fonoinfancia, señala que con el nuevo horario es probable que se presenten algunos cambios en el estado emocional de niños y niñas, debido a que son más sensibles y requieren de un mayor tiempo de descanso. “Si los cambios en el huso horario repercuten en la rutina y los hábitos de los adultos/as, en los niños y niñas pueden ser aún más significativos, ya que por lo general necesitan un tiempo mayor para adaptarse”, dice.
Para la profesional es importante considerar que este cambio de hora ocurre luego un largo periodo de confinamiento y de una modalidad mixta de asistencia en algunas escuelas y jardines infantiles, lo que ya ha requerido de procesos de adaptación de niños y niñas a diversas rutinas.
“Estamos en un proceso de desconfinamiento, retomando paulatinamente las actividades que se hacían antes de la pandemia; muchos adultos/as comienzan a salir de casa al trabajo presencial y niños y niñas retornan a los establecimientos educacionales, lo que ya ha implicado una serie de adaptaciones en la rutina y cotidianidad”, menciona y agrega: “Estos cambios han producido -o pueden producir-, una serie de efectos psicológicos por lo que es esperable que los adultos no estemos en las mismas condiciones para acompañar el proceso de adaptación de niños y niñas. Por lo tanto, es importante considerar el escenario actual para que el cambio de hora no se convierta en un estresor más. Para esto será importante que los adultos/as no se sientan presionados en responder ante este ajuste de horario”.
Según la experta en infancia, los adultos/as deben poner atención si los niños/as presentan algún cambio en el estado de ánimo, conductas, apetito, en la conciliación del sueño, control de esfínter, entre otras y considerar que siempre el diálogo fortalece la relación con los niños y niñas.
“En este sentido, el cambio de hora puede ser una oportunidad para explicarles la realidad que los rodea, por ejemplo, las estaciones del año, los brotes de los árboles en la primavera o el aumento de las actividades al exterior por el aumento de las temperaturas”, indica.
¿Qué hacer?
De acuerdo con la psicóloga de Fonoinfancia, algunas estrategias que padres, madres y cuidadores/as podrían considerar para disminuir los efectos del horario de verano, según la etapa del desarrollo en la que estén niños y niñas, son las siguientes:
-Días antes del cambio de hora, se sugiere adelantar en 15 minutos las rutinas de niños/as, como los juegos, comida y sueño. Es importante que estos cambios de hábitos los realice la familia completa, para generar un proceso integral.
-Se debe explicar al niño o niña lo que va a suceder con este nuevo horario. Una forma entretenida de hacerlo es invitando al niño/a a cambiar la hora del reloj juntos y en ese momento, explicarles los cambios de luz que habrá en los próximos días.
-Leerles un cuento antes de dormir que aborde el nuevo contexto. Por ejemplo, relatarles una historia que explique la llegada de la primavera y los procesos de luz y cambios de la naturaleza, que ocurren en este periodo del año.
-Durante la primera semana del cambio de hora, se puede Invitar al niño/a a realizar una siesta para que puedan disminuir la sensación de cansancio.
-Por último, generar actividad física para potenciar gasto energético en los niños y niñas, y así estén más cansados a la hora de dormir.
Al seguir estas estrategias, es importante tener en cuenta la particularidad de cada niño y niña, ya que pueden reaccionar de diferentes maneras según su forma de ser, “por ello, los/as adultos/as debemos tener paciencia y ser creativos para abordar el cambio”, indica Varela.
Fonoinfancia, con 20 años de experiencia, es un servicio de cobertura nacional y gratuito, de atención psicológica a través del teléfono 800 200 818 y vía chat en www.fonoinfancia.cl. Es atendido de lunes a viernes, de 08:30 a 19:00 horas, por especialistas en temas de crianza, niñez y familia.
Integra pertenece a la Red de Fundaciones de la Presidencia de la República. Con 30 años de experiencia, es la red más grande de salas cuna y jardines infantiles del país con 1.200 establecimientos gratuitos, a los que asisten más de 85 mil niños y niñas en todo Chile.
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