El candidato de Chile Vamos contempla en su programa de gobierno una serie de medidas de innovación pública, que van desde soluciones a los campamentos hasta subsidios para la clase media.
Luciano Rivas dice que “la pandemia ha desnudado a Chile”, pues esa realidad que muchos trataban de no ver o esconder bajo la alfombra, como los campamentos, las ollas comunes, la vulnerabilidad y el rezago quedan hoy latentes. “Esta Región sigue liderando los peores índices, a modo de ejemplo, de acuerdo con el catastro realizado por Techo-Chile y Fundación Vivienda entre el año 2020 y lo que va del 2021, a nivel país se registró un aumento de casi un 74% de familias en campamentos. En tanto, en la Región de La Araucanía se comprobó un alza de 315,4%. Además de este aumento de familias en estas viviendas, también se registró un incremento de un 128.57% en la cantidad de campamentos. Esta también es la cifra más alta en relación al resto de las regiones”, detalla.
“No podemos seguir siendo la Región que más crece en campamentos en Chile “afirma, agregando que el total de familias en campamentos es de 1.458 en la actualidad, mientras que en el 2019 solo había 351. La ubicación de los mismos son 34 en Temuco, uno en Freire, dos en Toltén, uno en Villarrica, uno en Angol, cinco en Collipulli, uno en Los Sauces y tres en Purén. El 92% de estos campamentos no cuentan con acceso a agua potable.
“Pero el problema habitacional va mucho más allá de los campamentos. Nuestra clase media debe esperar años un subsidio habitacional y ven postergado el sueño de la casa propia”, agrega. En este sentido, el candidato Luciano Rivas sostiene que “el Estado está llegando siempre tarde y eso indigna a los chilenos, como futuro Gobierno Regional debemos hacernos cargo y entregar soluciones desde la Región “.
A modo de datos, indica que en La Araucanía se necesitan 20.617 viviendas nuevas. De esta cifra, 12.533 requerimientos corresponden a viviendas irrecuperables, 4.346 a hogares allegados y 3.738 a núcleos allegados con independencia económica en condiciones de hacinamiento.
En cuanto a sus propuestas, señala que ha trabajado con un equipo de profesionales soluciones realistas y ejecutables respecto al tema habitacional, entendiendo que es un problema que necesita suma urgencia, pero sin dejar de lado una planificación de futuro. “En el corto plazo, destinar recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) para transferencia directa al SERVIU, ya sea para adquirir terrenos para viviendas sociales como para financiar subsidios habitacionales, esta medida podría apurar varios procesos y entregar soluciones rápidas a nuestra gente”, argumenta.
Asimismo, en el mediano plazo señala que usando las atribuciones de la ley, “solicitaremos al Gobierno de turno que el SERVIU sea traspasado a las competencias del Gobierno Regional, el cual ya es un ente descentralizado que cuenta con amplias atribuciones para ejecutar proyectos de inversión o asignar subsidios habitacionales. También proponemos crear una mesa de trabajo con el Ministerio de Bienes Nacionales para revisar los terrenos fiscales que estén disponibles y que estos sean destinados para proyectos habitacionales”.
Por último, dice que un tema no menor “es que el 49% de las familias con déficit habitacional tiene a una mujer como jefa de hogar. Este grupo es particularmente vulnerable porque se trata de familias que suelen no tener un segundo ingreso y por la menor tasa de inserción laboral de las mujeres respecto de los hombres. Abordar esta realidad es un desafío mayor para el país y como Región esperamos ser pioneros en crear en coordinación con los municipios, subsidios sectorizados que permitan capacitación y fomentar el emprendimiento para aumentar sus ingresos y entregar mayor autonomía”.
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