Frente a la detención de personas sospechosas de estar ligadas a los hechos de violencia que vivimos en la Macrozona Sur, las cuales se suman a la del líder de la CAM, Héctor Llaitul Carrillanca, declaramos lo siguiente:
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Por primera vez, tras muchos años de soledad e impunidad, vemos una luz en el horizonte. Por eso entregamos nuestro pleno respaldo al actuar del Ministerio Publico y las policías, que han tomado la firme de decisión de perseguir y enjuiciar a quienes que han provocado mucho daño en el Sur de Chile. Nos parece un importante avance en la desarticulación de los grupos violentos y redes delictuales, y esperamos se siga por el mismo camino.
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Llamamos al gobierno y en especial al presidente Gabriel Boric, que ha tenido actitudes vacilantes y ambiguas en esta materia, a sumarse al esfuerzo de tener justicia, paz y seguridad en el Sur de Chile. Es hora de que todas las autoridades políticas entiendan que llegó el minuto de desarticular el terrorismo y recuperar el control territorial por parte del Estado.
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Objetivamente la prevención de delitos graves sigue fallando, por lo que pedimos una agenda de seguridad que considere, a lo menos: a) reforzamiento significativo del Estado de Emergencia, que permita un efectivo control territorial por parte del estado de Chile y una mayor contribución en los procedimientos tendientes a evitar delitos en flagrancia y en la ejecución de los procedimientos policiales ; b) Urgencia Legislativa para aprobar en el más corto plazo leyes importantes como la de usurpaciones violentas, antiterrorista y reforma a la ley de inteligencia; c) recuperar los territorios que han sido usurpados en forma violenta, quitándole su hogar a cientos de familias; d) presentar querellas en todos los casos correspondientes a hechos de violencia, los recientes casos muestran la importancia de hacer este trámite jurídico, distinto al criterio aplicado por el gobierno de turno, que señala que “no tienen efecto”.
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Al mismo tiempo y en representación de las víctimas, pedimos terminar con la política de privilegios y beneficios penitenciarios para los comuneros que han sido detenidos por crímenes realmente violentos: no son presos políticos.
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Por último, hacemos un llamado a sumarse a esta causa que representa el sentir y deseo de toda la ciudadanía, de origen mapuche o no mapuche. No queremos más violencia en nuestro sur, queremos paz, seguridad y bienestar.
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