En Nueva Imperial se recordó el Día de la Tradición Bomberil

En una emotiva ceremonia solemne desarrollada en la ciudad de Nueva Imperial, se conmemoró el Día de la Tradición Bomberil; un evento destinado a honrar a los voluntarios que han dedicado 50 años de servicio en diversos Cuerpos de Bomberos de La Araucanía.

La destacada celebración, presidida por el Directorio Regional de Bomberos en pleno, atrajo la participación masiva de distinguidos bomberos, tanto antiguos como recientes, junto con la presencia de autoridades regionales.

Entre los momentos más destacados de la ceremonia, se llevó a cabo un especial reconocimiento a 27 voluntarios pertenecientes a distintos Cuerpos de Bomberos de la región; entre ellos dos voluntarios de la Primera Compañía  “Manuel Bunster” de Collipulli, Omar Cruces Riquelme y Mario Grandón Castro. Voluntarios, con un imponente historial de 50 años de servicio, que ingresaron a la institución el 16 de marzo de 1973. Su dedicación y sacrificio fueron merecidamente destacados al ser distinguidos como «Voluntarios Insignes de Chile».

Este prestigioso reconocimiento se suma a la lista de voluntarios insignes que, a lo largo de los años, han sido honrados en el Cuerpo de Bomberos de Collipulli, representando a las distintas compañías.

Cabe resaltar que esta conmemoración anual, Día de la Tradición, iniciada hace 33 años por Bomberos de Chile, busca rendir homenaje a aquellos voluntarios que han dedicado cinco décadas o más de servicio. Estos hombres y mujeres son el verdadero reflejo de la esencia de la institución, sirviendo a la patria y a los ciudadanos de manera desinteresada.

La celebración no solo reconoce la valentía y compromiso de los bomberos a lo largo de los años, sino que también destaca el papel crucial que desempeñan en la comunidad. Su labor va más allá de combatir incendios; es un compromiso inquebrantable con la seguridad y bienestar de quienes residen en La Araucanía.

En un día donde la tradición bomberil se enaltece, la comunidad de La Araucanía rindió tributo a aquellos que, a lo largo de cinco décadas, han llevado consigo el estandarte de la valentía y el servicio desinteresado.

La ceremonia no solo fue un reconocimiento a la labor de estos voluntarios insignes, sino también un recordatorio del compromiso y legado que continúan transmitiendo a las nuevas generaciones de bomberos.