El rector Eduardo Hebel Weiss reconoció la profundidad de los problemas económicos que afectan a la institución, los cuales obligarán a tomar medidas drásticas como desvinculaciones de funcionarios y ajustes en remuneraciones para el próximo año 2025.
La Universidad de La Frontera (UFRO), una de las instituciones más emblemáticas de la Región de La Araucanía, enfrenta una de las crisis financieras más graves desde su creación. En entrevista con El Diario Austral de La Araucanía, el rector Eduardo Hebel Weiss reconoció la profundidad de los problemas económicos que afectan a la institución, los cuales obligarán a tomar medidas drásticas como desvinculaciones de funcionarios y ajustes en remuneraciones para el próximo año 2025.
Uno de los puntos más polémicos de la crisis radica en las altas remuneraciones de algunos directivos y académicos, las cuales, según reportes regionales y nacionales, superan los 20 millones de pesos mensuales. Estas cifras han generado cuestionamientos desde el Congreso Nacional y la Contraloría General de la República, organismos que han solicitado mayor transparencia en los gastos de la universidad.
El rector Hebel señaló que la situación requiere un ajuste financiero general para reducir los costos en personal y honorarios en más de 7 mil millones de pesos anuales. «Más que un número de despidos, tenemos que llegar a un monto», enfatizó el rector, quien añadió que las desvinculaciones se definirán antes del 30 de noviembre, como es habitual en instituciones públicas.
Las desvinculaciones afectarán principalmente a contrataciones recientes en áreas administrativas y de apoyo, identificadas como las principales fuentes del problema financiero. «Estas afectarán a personas que no tienen la confianza legítima», afirmó Hebel, dejando entrever que las decisiones estarán marcadas por criterios de antigüedad y desempeño.
En paralelo, se conoció la renuncia de altos directivos de áreas estratégicas como Finanzas, Recursos Humanos y Análisis Institucional. Estas salidas, según fuentes internas, forman parte de un plan de reestructuración que también podría impactar a otras unidades clave de la universidad.
Si bien el rector aseguró que el funcionamiento de la institución no se verá comprometido, la comunidad universitaria permanece alerta. Estudiantes, académicos y trabajadores han expresado preocupación ante la falta de certezas sobre el alcance real de la crisis. La transparencia en el manejo de las deudas, así como la revisión de las remuneraciones elevadas, será crucial para restaurar la confianza en la gestión institucional.
La gravedad de la crisis ha llevado a especulaciones sobre una posible intervención estatal para supervisar los gastos e inversiones de la UFRO. Entre los temas bajo la lupa se encuentra un cuestionado plan de inversiones que, junto con las remuneraciones, ha intensificado las críticas hacia la administración.
En este contexto, la UFRO enfrenta no solo un desafío financiero, sino también uno institucional, donde la rendición de cuentas y la implementación de ajustes responsables serán determinantes para su futuro. Por ahora, toda la atención está puesta en los próximos pasos de la administración y las resoluciones que se tomarán a fin de mes, decisiones que marcarán el rumbo de la principal casa de estudios estatal en la región.
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