Con el propósito de acercar la salud al territorio y fortalecer la relación entre el hospital y la comunidad, el Hospital Familiar y Comunitario de Puerto Saavedra finalizó el Curso Básico para Activos Comunitarios en Salud, instancia que certificó a 26 vecinos y vecinas de la comuna.
La iniciativa surgió a partir del diagnóstico participativo realizado en 2024, donde la propia comunidad manifestó la necesidad de contar con mayores conocimientos en salud. Frente a ello, el hospital diseñó este programa formativo, respaldado por la dirección y el comité gestor, enmarcado en el modelo de atención integral.
El curso abordó distintas temáticas distribuidas en módulos teórico-prácticos: salud comunitaria y planificación de proyectos, salud mental, salud cardiovascular, y técnicas de movilización de personas con dependencia severa. Las clases estuvieron a cargo de profesionales del establecimiento, entre ellos médicos, psicólogos, enfermeras y kinesiólogos.
La médico de familia y coordinadora del curso, Beatriz Machuca, explicó que la propuesta buscó “dar herramientas básicas a la comunidad, tanto para reconocer signos de alarma como para apoyar en la prevención. La idea siempre fue que este conocimiento fuera por y para la comunidad”.
Por su parte, la directora del hospital, Fernanda Contreras, valoró la alta convocatoria y el compromiso demostrado: “Para nosotros fue muy importante, porque generó una mayor vinculación entre la comunidad y el hospital. Los participantes se sienten agradecidos de los conocimientos entregados, y eso fortalece la relación entre nuestros profesionales y la población”.
Los participantes destacaron también el valor de esta experiencia. María Cáceres, dirigente de la Junta de Vecinos N.º 1 Cornelio Saavedra, señaló que “este curso fue muy importante porque nos entregó herramientas para afrontar situaciones en la comunidad. Además, pudimos replicar lo aprendido en actividades comunitarias”.
En la misma línea, Patricia Huichaqueo, vecina que realiza visitas domiciliarias a personas vulnerables, indicó que la capacitación “me entregó los mejores recursos, desde cómo movilizar a personas con discapacidad hasta cómo tomar la glicemia o la presión. Esto me ayuda a seguir apoyando a quienes más lo necesitan”.
La formación concluyó con la ejecución de micro proyectos comunitarios, diseñados y realizados por los propios participantes, instancia que permitió aplicar los conocimientos adquiridos y reforzar el rol de la comunidad como actor activo en el cuidado de la salud.
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