Mg. Familia y Sociedad
Docente Carrera de Psicología
Universidad Autónoma de Chile- Sede Temuco
Antes, después y más allá de la modernidad y el progreso las mujeres hemos sido relegadas a lo doméstico, al cuidado, en definitiva, a la invisibilidad. El mundo sin conocimiento, desprovisto de propósito público ha sido reservado como marca obligatoria y condenatoria de lo femenino. Por tanto, independiente de los hitos históricos emancipatorios de occidente, las mujeres se encuentran definidas y atrapadas por una invariable cotidianeidad, que nos restringe y coacta en el sentido más amplio del término. Este sello no depende necesariamente de una determinada religión o cultura, se deriva de una lamentable e histórica transversal misoginia.
Orientales y occidentales encuentran una dramática y preocupante convergencia. Lo que ocurre actualmente en Afganistán, se expresa desde el comienzo del 2021, donde las muertes de civiles han aumentado en casi un 50 % con más mujeres, niñas y niños muertos y heridos que en los primeros seis meses de cualquier año desde que comenzaron los registros en 2009 (ONU, 2021). Sin duda, lo que despliegan los talibanes como identidad pública y totalizante difiere ciertamente en intensidad y crueldad respecto a lo que se vive actualmente en Latinoamérica y en nuestro país. Por tanto, mujeres y hombres demócratas nos apuraremos en juzgar tajante y negativamente los hechos de violencia que afectan a miles de mujeres y niñas afganas, nos uniremos desde una realidad distinta y distante. Ahora bien, si nos acercamos a nuestra idiosincrasia, a nuestra vida de todos los días, pasamos por alto matices que el feminismo, y su interna diversidad, nunca han ocultado. No podemos esconder y dejar de asumir la transversalidad y familiaridad del daño que significa convertir a las mujeres en seres, cuya humanidad e individualidad es devaluada a costa de un mundo de hombres. De hecho, en Chile del total de personas que se encuentran inactivas por tener que realizar quehaceres en el hogar, un 96,6 % son mujeres y sólo un 3,4 % hombres (Fundación Sol, 2020). Sumemos los 22 femicidios en el país durante el presente año (SERNAMEG, 2021), saquemos conclusiones.
La interpelación es clara… conectar hoy con un mundo democrático e igualitario, significa conectar con un mundo en el que cabe lo personal, lo social, lo cultural y lo religioso como ingredientes de una vida digna, libre y plena. Lo contrario, es aliciente para seguir consolidando lo que destruye a las mujeres y por extensión a nuestra sociedad. Afganistán no parece estar tan lejos, se acerca cuando nos inclinamos a mirar nuestra vida íntima, cultural, laboral, social y política, la cual no ha dejado de habitar en realidades patriarcales y normalizantes.
Fotografía viernes 27 de junio, Los Urbanistas esquina La Vertiente. Jaurías en zonas urbanas y…
En un importante paso hacia el fortalecimiento de la salud comunitaria, el municipio de Pitrufquén…
La Corporación de Deportes y la Municipalidad de Temuco reconocieron a los mejores exponentes locales…
Equipos de la Dirección de Vialidad, han estado realizando un intenso trabajo en la mantención…
Director de Serviu y alcalde de Gorbea supervisan las obras que forman parte de la…
Las temperaturas podrían descender por debajo de los -10°C entre este sábado y lunes. El…