Para enfrentar los gastos de este fin de año, lo ideal es planificar y ahorrar. Cuando no ha sido posible, el crédito, usado responsablemente, puede ser una correcta herramienta de consumo.
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Antes de pedir un crédito o comprar a crédito, piense si necesita comprar el producto o contratar el servicio ahora o puede esperar y ahorrar.
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No se deje tentar por los ofertones o publicidad, ningún crédito es gratis, pues generalmente considera el pago de algún elemento que es de costo para el consumidor.
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Converse con su grupo familiar ante la posibilidad de adquirir una deuda y analice qué gastos podrían disminuir o ajustar para cumplir con el pago de ésta.
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Infórmese responsablemente sobre los productos y servicios ofrecidos (precio, condiciones de contratación etc.): Esto implica preguntar todo lo que no entienda, que se lo anoten si es necesario y cotizar distintas alternativas antes de elegir dónde tomará el crédito.
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Lea detalladamente los contratos antes de firmarlos para comprender totalmente su contenido y exija que le cumplan todo lo que le prometieron, sobre todo en la publicidad.
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Si usa tarjetas de crédito de casas comerciales, no da lo mismo cuáles ni cuántas tener. No basta considerar el interés que le cobrarán sino también el costo que implica tener y usar una tarjeta de crédito.
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Es necesario que se fije en la Carga Anual Equivalente o CAE, que es un indicador expresado en porcentaje que incluye los costos totales de usar una herramienta financiera (tarjeta de crédito, crédito de consumo, etc.). La institución que tenga la CAE más baja por un mismo producto, mismo monto y plazos, será la que le convenga.
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Concentre sus compras en una sola tarjeta, de esta manera no pagará costos extras (mantenciones, administración, etc.).
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Use responsablemente el crédito y las compras mediante tarjetas. Recuerde que pagar las deudas es su responsabilidad.