Las cofundadoras Bertha Escobar y Glenda Merino, señalaron sentirse motivadas con los logros y esperanzadas en lo que viene. El nivel de efectividad valida el modelo y se reconoce un voluntariado que hace un trabajo profesional y de excelencia.
La salud mental se convirtió en un tema prioritario tras la llegada de la pandemia a nuestro país. El confinamiento y la incertidumbre provocó un gran impacto social y psicológico en las personas, que tuvieron que enfrentar las nuevas condiciones que, hasta ahora, son un desafío para muchos.
En este contexto surgió en La Araucanía la iniciativa EstoyContigo, la cual replicó y adecuó el modelo español de No estás solo, que ofrecía acompañamiento a quienes producto de la pandemia se sentían vulnerables emocionalmente.
Hace ya 4 meses, el 29 de abril, EstoyContigo abrió sus puertas virtuales con una treintena de voluntarios que se sumaron con entusiasmo al desafío: egresados y titulados de la Universidad Católica de Temuco, UFRO, U. Autónoma, U. Mayor, en la región; la Universidad Católica Raúl Silva Henríquez de Santiago, entre otras instituciones.
Hoy, más de 130 profesionales, principalmente del área social, se han inscrito en la red y han realizado más de 280 acompañamientos a usuarios provenientes de todo Chile.
El sistema que se implementó es simple y al servicio de cualquier persona que lo requiera y que sea mayor de edad. Los interesados solo deben inscribirse en el formulario de www.estoycontigo.cl y voluntarios tomarán contacto para iniciar un acompañamiento que, según se estableció en el protocolo de la red, promedia las cinco sesiones.
Los voluntarios al integrarse reciben además de la información sobre el proceso, materiales que van en apoyo de su labor, participan de reuniones quincenales donde comparten experiencias y recomendaciones, y reciben capacitaciones que el equipo de gestión, evalúa, son un aporte para el grupo. Recientemente el Centro de Escucha del Hospital Hernán Henríquez Aravena de Temuco capacitó a los voluntarios en acompañamiento en situaciones de duelo y el Centro Mindfullness de la misma ciudad, ofreció un taller de autocuidado que fue muy valorado por los participantes.
Los resultados del primer trimestre
Con datos del 29 de abril al 31 de julio, EstoyContigo evaluó el alcance de la red de voluntarios. Durante ese período se realizaron 227 acompañamientos y el análisis de los resultados permitió obtener datos importantes respecto a la condición actual de la población en La Araucanía y el resto del país en lo que a salud mental se refiere.
¿Quiénes solicitan acompañamiento? Al revisar los datos destaca el porcentaje de mujeres que recurren a EstoyContigo: mientras los hombres no superan el 15% de las solicitudes, las mujeres completan un 85,3%. Si nos remitimos a las edades de los usuarios, casi la mitad (48%) de ellos están en el rango entre los 18 y los 29 años, es decir, adultos emergentes; le sigue el tramo de los 30 a 45 años con un 20.3%, mientras que el segmento de los 46 a los 60 años llega a los 19.8%. Sobre los 60 la demanda es muy baja -de solo un 5.3%- lo que probablemente obedece a la brecha digital existente.
¿Por qué recurren a EstoyContigo? Las personas que acuden a EstoyContigo declaran, al ingresar al programa, el tipo de ayuda que requieren, y entregan antecedentes que son claves para su derivación a un voluntario.
Al evaluar los datos, son los síntomas ansiosos los más recurrentes en las solicitudes de acompañamiento situándose en un 26%; situaciones asociadas al confinamiento y diagnósticos previos (condiciones preexistentes o interrupción de tratamientos), en tanto, alcanzan un 15 y 14,5%.
Entre las razones también se reiteran situaciones de duelo (6,2%), trastornos del sueño (3,1%) e ideación suicida (1,8%). “Si uno suma, es el enfrentamiento de situaciones complejas lo que las personas relatan, y buscan en EstoyContigo herramientas para lograr un mayor bienestar emocional, para enfrentar estas situaciones que viven”, señala la psicóloga y cofundadora de la red solidaria Bertha Escobar.
¡Misión cumplida!
“Cuando iniciamos EstoyContigo sabíamos que tratar un tema sensible como acompañar a quienes se sentían abrumados por la pandemia era una gran responsabilidad, por lo que consideramos muchas variables a la hora de diseñar el modelo”, explica la periodista y también cofundadora de EstoyContigo, Glenda Merino.
Así EstoyContigo incorporó una inducción, protocolos, capacitación y seguimiento de los voluntarios y de los acompañamientos, con acciones grupales e individuales. Cada cierre, además, culmina con una evaluación por parte de los voluntarios y de los usuarios, que retroalimentan el servicio recibido.
A un 21,4% asciende el abandono voluntario del acompañamiento por parte del usuario, y las razones para ello son múltiples y van desde haber sufrido un cambio significativo respecto de la situación por la cual contactó a EstoyContigo o dificultades de tipo logística (su trabajo o espacio familiar no le permite poder hablar, por ejemplo).
Se distingue además la existencia de un 7,1% de casos que, si bien reciben el acompañamiento, por su complejidad u otras razones, son evaluados y derivados a líneas de atención especializada y profesionales que generosamente han puesto a disposición de EstoyContigo cupos para los usuarios.
EstoyContigo: Un voluntariado comprometido
Sin duda los resultados de EstoyContigo son posibles gracias a los voluntarios y voluntarias que le dan vida a esta red. El proceso ha ido evolucionando en el tiempo, con la formulación de un modelo que se perfecciona día a día, gracias el esfuerzo de cada uno de sus integrantes.
Si bien dentro de los perfiles predominan profesionales del área social como psicólogos, educadores y asistentes sociales, el grupo de voluntarios es heterogéneo, lo que da pie a un ambiente colaborativo y solidario entre pares. El grupo conformado principalmente por mujeres, además, es diverso en edad y experiencia laboral, y al igual que en el caso de los usuarios, provienen de varias regiones del país.
Patricio Navarrete, psicólogo de Santiago y voluntario, al referirse a EstoyContigo destaca: “yo diría que valoro, principalmente, el dar la oportunidad de acompañamiento y contención en forma gratuita, lo cual permite que acceda un grupo de personas que en otras condiciones les sería imposible”, dice.
También desde la capital la voluntaria y trabajadora social, Alejandra Fernández, agrega: “formamos parte de una comunidad integrada por voluntarios y voluntarias que nos mueve un fuerte sentido humanitario de apoyar a otros, entregando palabras que alivian y abrazan”.
“Inicialmente se piensa solo en el otro, en la persona que -detrás de una pantalla- decide contactar a EstoyContigo para solicitar compañía en su proceso. Hay un mundo de necesidades al abrir cada solicitud y sabes que llegará tu momento de actuar. Pero es un mundo de sensaciones compartidas, pues también uno obtiene mucho al escuchar y compartir con esa persona que se abre desde la máxima sinceridad. En definitiva, se ha tornado una experiencia significativa, una que te hace oscilar con el acompañado, y se trasforma en algo grato para ambos”, puntualiza la relacionadora pública de Temuco, Paula Diez.
El desafío por delante
Tras el balance de los primeros tres meses, las co fundadoras de EstoyContigo, Bertha Escobar y Glenda Merino, señalaron sentirse motivadas con los logros y esperanzadas en lo que viene. El nivel de efectividad valida el modelo y se reconoce un voluntariado que hace un trabajo profesional y de excelencia:
“Cumplir con las personas que acuden a la red es posible gracias a que hay un espíritu de equipo, un compromiso adquirido por los voluntarios que es digno de elogiar. Cada voluntario y voluntaria se puso al servicio de otros, con seriedad y responsabilidad”, explica Glenda Merino. “Hay una mística que se percibe, una construcción de un `nosotros´ muy significativo”.
“Me mueve percibir que nos situamos en la brecha en la que están quienes habitualmente no tienen acceso a un acompañamiento en salud mental, esto es una oportunidad y además una satisfacción. El acompañamiento les permite resolver la situación de manera efectiva: pensar que 7 de cada 10 personas han vivido el proceso de un acompañamiento respetuoso, que les ha permitido generar conductas que le permiten adaptarse y actuar mejor frente a las dificultades, es muy motivador”, detalló Bertha Escobar.
La psicóloga y académica de la Universidad Católica de Temuco concluyó “estamos probando un modelo que nos permite no solo pensar el EstoyContigo como una experiencia altruista, de humanidad y de solidaridad, sino también como una experiencia que puede desafiar el cómo se imparte o cómo se dan los servicios de salud mental a las personas”.
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